La importancia de agradecer

La importancia de agradecer

“Es de bien nacidos ser agradecidos”.

Así de sencillo. Agradecer debería ser parte habitual de nuestro día a día. Sin embargo, ¿por qué no lo hacemos?

Podría ponerme a divagar sobre el sinfín de motivos que llevan a una persona a no agradecer las cosas a las personas que les rodean, pero no voy a hacerlo. Cada uno conoce sus motivos, y si no lo hace, es tarea personal suya. No soy coach ni psicóloga ni pretendo serlo.

Hoy vengo a escribir sobre la importancia de agradecer el apoyo que nos dan las personas que nos rodean. Créeme. Es sanador.

Cuando agradecemos somos conscientes de la ayuda prestada, de todo lo que han hecho por nosotros, del esfuerzo y dedicación de cada una de las personas que han estado en nuestro camino, y por tanto, de su cariño.

“Es de bien nacidos ser agradecidos”. Dar las gracias, con total transparencia y naturalidad, es de valientes. Porque en el agradecimiento va el reconocimiento de la necesidad de ayuda. Porque ninguno somos islas y todos necesitamos del otro.

Pero, ¿qué pasa cuando no damos las gracias? ¿Cuando en vez de agradecer reclamamos más cosas? Hace poco viví un episodio algo desagradable.

Después de muchos años dando lo mejor de mi misma, con muchas horas de dedicación en una situación nada favorable, la persona en cuestión, en vez de agradecer, hizo todo lo contrario: reclamar más. Y es que, a veces,  cuando hacemos un favor a alguien durante mucho tiempo, lo convierte en una obligación. Exigiendo todavía más.

Cuando a ese tipo de personas les dices que no, o les sigues ayudando pero con menos intensidad, en vez de agradecértelo, se enfadan, decepcionándose con quiénes les han ayudado y desmereciendo todo lo dado.

¿A quién no le ha pasado? ¿Quién no lo ha dado todo y después, en vez de agradecérselo, le han hecho sentir como si no hubiese aportado nada?

Si también te ha pasado, quiero que sepas, que quizás sea hora de parar. Las cosas no se hacen para que nos lo agradezca, pero tampoco para que nos las tiren por tierra. Quién no sepa ser agradecido, quizá tiene mucho que aprender, pero que no sea a tu consta.

A salir de donde no nos valoran, también se aprende. Y si encima, somos capaces de darles las GRACIAS por abrirnos los ojos, mejor que mejor.

Publicado en reflexiones y etiquetado , , , .

Deja una respuesta